USO Y LA REGULACIÓN DE LAS FRECUENCIAS EXTREMADAMENTE BAJAS - ELF

Resumen

La exposición humana a campos electromagnéticos genera una preocupación constante por los posibles efectos sobre la salud. Los estudios científicos han investigado cuidadosamente si la exposición crónica a tales frecuencias puede tener efectos adversos para la salud, como efectos cancerígenos, neuroconductuales y del sistema inmunológico. Dicho esto, en muchos países existen directrices y reglamentos para controlar la exposición humana a los campos electromagnéticos. La pregunta es si las frecuencias extremadamente bajas también están sujetas a regulaciones y si pueden causar algún daño a la salud. No existe consenso sobre la nomenclatura de los rangos de frecuencia de 0 a 300 Hz. Hay documentos que tratan todo este rango como Frecuencia Extremadamente Baja (ELF). Sin embargo, también existen referencias que clasifican las Frecuencias Extremadamente Bajas (ELF) en el rango de 0 a 30 Hz y las Frecuencias Súper Bajas (SLF) en el rango de 30 a 300 Hz. El uso de frecuencias extremadamente bajas (ELF) en diversas aplicaciones ha sido objeto de debate en cuanto a la necesidad de regulación. Muchos países implementan regulaciones generales para controlar la exposición y garantizar la seguridad, incluidos los ELF. La necesidad de regulación depende de las preocupaciones de salud y seguridad asociadas con estas frecuencias de uso, así como de las políticas y normas protegidas en cada país. En Brasil, la entidad responsable de la regulación es ANATEL. Se adoptaron los límites recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS).