DIAGNÓSTICO DE LABORATORIO DE LEUCEMIAS MIELOIDES Y LINFOIDES AGUDAS

Resumen

La leucemia, una alteración neoplásica de las células madre hematopoyéticas, se puede clasificar según el linaje y el grado de maduración celular en leucemia aguda y crónica. En la leucemia aguda, los leucocitos se multiplican rápidamente, pierden la capacidad de madurar, permaneciendo como blastos circulantes, tanto en la médula ósea como en la sangre periférica, mientras que en las leucemias crónicas, la alteración genética, en su mayor parte, sigue la maduración celular, una mayor proliferación celular y resistencia a la apoptosis. Los primeros sistemas de clasificación de ELA se basaron únicamente en investigaciones citomorfológicas y citoquímicas. Actualmente, las pruebas de laboratorio que implican el diagnóstico de leucemias permiten ampliar los tipos y subtipos de leucemias. Las pruebas de detección, como el hemograma y el mielograma, son útiles para detectar la presencia anormal de blastocitos en la sangre periférica y la médula ósea, respectivamente. Pruebas como el inmunofenotipado nos permiten diagnosticar la naturaleza mieloide o linfoide de los blastos y el grado de maduración celular implicado en el subtipo de leucemia domiciliaria, mientras que la citogenética, a través de los cambios cromosómicos que implican cada mutación, ya son útiles para determinar el pronóstico del paciente.